La Sociedad Anónima de los Mortificados

Posted: domingo, 25 de noviembre de 2007 by Sol in
2



Ulloa, en su texto: "Cultura de la Mortificación y Proceso de Manicomialización" nos habla de una falta de fuerzas, una falta de viveza, un mal humor que aparecen acompañados de fatiga crónica. Habla de sujetos coartados, al borde de la supresión como individuos pensantes. ¿De quiénes habla? Nada más y nada menos que de 
nosotros... Él nos va a decir que tal vez convenga pensar en una sociedad anónima de mortificados. ¿Quieren un ejemplo? Los manicomios. ¿Ustedes vieron las condiciones de estos lugares? Créanme que son de terror, aún peor que en las películas. La manicomialización es la forma clínica terminal de la mortificación. Su proceso central se resume en la locura. Promueve con frecuencia reacciones de maltrato y el maltrato eleva el sufrimiento de la locura. Ante las dificultades de diagnóstico, frecuentemente se encuadra al sujeto en un modo estándar. El maltrato comienza por repudiar el por qué y el para qué de los síntomas. Cada vez que arbitrariamente prevalece la ley del más fuerte, se instaura la protoescena manicomial: la Encerrona Trágica (así lo define Ulloa). El paradigma es el de la mesa de tortura (en la tortura se organiza una situación de dos lugares, sin tercero de apelación). Es toda situación en donde alguien, para vivir, trabajar, recuperar la salud, etc., depende de algo o de alguien que lo maltrata, sin tomar en cuenta su situación de invalidez. A partir de esto, me interesa contarles algo que me pasó este cuatrimestre:
Resulta que tuve que ir a una institución psiquiátrica a realizar una práctica profesional obligatoria (requisito de una materia que estuve cursando este cuatrimestre). No les puedo explicar lo que era ese lugar. Yo apenas podía respirar, había un olor desagradable que cubría todo el ambiente. La sensación era de encierro, no había ventanas, 
ni verde, ni luz solar natural (tampoco luz artificial) Me agarró una angustia tremenda, no sabía como iba a pasar las próximas horas allí adentro y lo primero que se me cruzó por la cabeza fue: "Si yo no aguanto ni dos segundos acá adentro, me imagino la gente que tiene que vivir acá". Creánme que era terrible ver a ese gente tan medicada que apenas podría abrir los ojos. Eso es lo que quiero resaltar, era GENTE y sin embargo eran tratados como marionetas destinadas a una función vacía. Cuál es el verdadero objetivo de una institución psiquiátrica? ¿Curar? Son ellos los primeros en decirnos que la locura no tiene 
cura. ¿Cómo definir la locura?
¿Cómo saber que no tiene cura si tampoco se da el espacio para desearla?
Allí recordé lo que había estudiado en Psicología jurídica a principio de año, cuando pesquisé que el verdadero objetivo que la sociedad persigue con estos lugares, con estas instituciones cerradas, es el de sacarse de encima a los sujetos que no son productivos, que ya no estorben, que no jodan. Sí, sí, estudié tantos años para ver que en un país así, de nada sirve estudiar la/s psicosis si depués no hay lugares como la gente para tratar justamente a estos sujetos que son GENTE y son parte de nuestra sociedad. En estos lugares la locura promueve maltrato y el maltrato promueve locura... Lo vi yo misma, vi lo que Ulloa definía con la encerrona trágica...

2 comentarios:

  1. Una mas de las miles de manipulaciones impuestas por una sociedad mas emferma que las personas que se encuentran dentro de lo que bulgarmente se denomina LOQUERO. Y para que te des cuenta de eso ya viviste 24 años en una sociedad que te moldeo para que no vieras nunca sus terribles errores, si es que se pueden decir errores.

  1. Anónimo says:

    Es terriblemente frustrante para nosotros, estudiantes de psicología... hay que tener esperanzas de cambiar algo, aunque sea poco, para cambiar estas encerronas de mierda!!